Es 14 de Febrero de 2015 y llego corriendo a Matik Matik,
son las 11 PM y está a punto de arrancar la banda que me voló la cabeza hace 4 años.
La última vez que estuve acá, tuve que salir corriendo, esta vez voy solo lo
cual reduce las posibilidades que vuelva a ocurrir.
Una cerveza, un puesto atrás, ya me da miedo ir a la primera
fila, los años, la ausencia, el sentimiento de auto conservación, han minado
mis intenciones de estar lo más cerca posible.
Es otra alineación, casi estoy seguro, siguen siendo jóvenes,
muy jóvenes.
La propuesta es otra vez novedosa para mí, confusa, las 10
personas del público gozan, algunos bailan, otros gritan, la cosa va tomando
ritmo.
Las canciones arrancan y casi no terminan, todas con una característica
fundamental, avasalladora, fantástica; nunca explotan, no son previsibles. Y es
que es eso lo que terminó imponiéndose en la mayoría de mis canciones escogidas
en el top 13, canciones que van incrementando cada vez más su ritmo, poder,
ruido, (etc.) a la vez que avanza el tiempo.
Pero con Incendiariat, esto varía fundamentalmente en que la
canción nunca explota, nunca da tiempo para un respiro, el pecho se hincha y
cuando crees que puedes exhalar, viene una nueva bocanada de aire que debes
inhalar completa, y así hasta el final de cada canción. Una maravilla
Terminan el set en una hora, son las 2 y nos sacan del bar,
xlacoloniax y yo somos los últimos, nos tomamos 2 cervezas.