A través de la red conocí a una chica hace ya 4 años, nos hemos mantenido en contacto durante este tiempo, aunque mínimo y siempre girando en torno al mundo de la música, de hecho, ella escribió algunas palabras para este blog. Sin embargo, desde hace un poco más de un mes, ella en el viejo continente y yo en la fría Bogotá, compartimos una pena: El final de The Dillinger Escape Plan.
Hace unas semanas, no recuerdo la
fecha exacta y no la quiero recordar, Ben Weinman, dio unas declaraciones sobre
el final de la banda, y nos dejó a todos especulando; luego fue Greg, después
Liam, todo en relación al mismo tema, confirmación tras confirmación,
entrevista tras entrevista. Nuestro castillo de naipes se caía ante nuestros
ojos mientras cruzábamos chats y noticias, compartíamos ese temor hecho
realidad, la banda que amábamos se acababa.
Los últimos días han sido llenos de
noticias sobre el nuevo álbum, el gigantesco tour americano que van a realizar
y las presentaciones en Londres, todo a un nivel máximo de euforia, como si
nada estuviera pasando, viviendo quizas su mejor momento. Dicen que las personas antes de morir tienen unos días
maravillosos, en los cuales comparten con su familia y se despiden. Eso nos
está pasando.
Se nos van, no hay nada que podamos hacer, solo rogamos tener la oportunidad de verlos por ultima vez.