Aún tenía el plástico protector, lo rompí con ganas y lo puse en mi vieja maleta universitaria. Lo tenía que llevar conmigo, hoy decidía empezarlo por fin. Lo saque apenas cruce la calle a la otra acera, era un día muy soleado, nunca caluroso, me acorde de mi gran amigo e influencia, el creador de xlacoloniax y de la palabra digerir, me acerque el libro a la nariz y empecé a olerlo, movía las hojas una y otra vez mientras respiraba, tratando de saborearlo antes de probarlo por primera vez, me sentí feliz, la gente que transitaba por mi barrio me miraba pero no me importaba.Escogí la buseta 57 CENTRO CHAPINERO, son los buses de transporte público el espacio más ameno que encuentro para leer, me senté detrás de una muchacha y comencé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario