Es Primero de Mayo y no fui a la marcha, este año tampoco hubo misa, y eso que se cumplían 5 años ya. La negligencia es algo inaudito.
No tengo un centavo, pero la logística familiar facilita todo, llegó pasadita la hora, saludo a mis amigos, es bonito verlos llevarse una sorpresa cuando aparezco. No sé qué me puedo encontrar en Matik Matik, solo que va a estar muy bueno. Lo primero que me dicen, y parafraseando, es "yo cambie todo el concepto que tenía sobre el Ruido, incluyendo a esos que tiene en su gorra (DEP), cuando vi a ese señor (Phil Niblock)" Me habla de un viejito, alto y extranjero de más de 70 años, sentado frente a un computador portátil Apple. A su lado, Thomas Ankersmit, un joven holandés saxofonista y en la otro laptop, la cuota local, el respetado Ricardo Arias.

Alcanzo a clasificar, ya se sienta Phil Niblock, va solo, sé que tengo poco tiempo y en cualquier momento tendré que huir. Empieza con una capa de agua, recuerdo ese sonido, luego se pone más denso y el volumen sube, cada vez más, me pierdo en mis pensamientos, no sé cuánto tiempo pasa, la gente permanece quieta, parece que el ruido nos hubiera pasmado, luego baja el volumen y el sonido cambia, sin dejar de ser denso, no hay mayor explicación, no puedo explicarlo de mejor manera, creo que es la única de algo que aun no entiendo. Me pongo la chaqueta, me despido y salgo corriendo con una sonrisa en la cara.

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