Por Juli3t4:
Mis últimos dos conciertos del año fueron
Arcade Fire (por primera vez en Colombia) y Las 1280 Almas (celebrando los 20 años
del disco La 22)
Arcade Fire fue el primero, el 5 de diciembre en
la carpa las Americas a altas horas de la noche debido a que Bruno Mars tocaba
en la misma fecha en Bogotá. Pero eso no importaba, así tuviera que levantarme
a las 5 AM para cumplir con mis deberes laborales al otro día, Arcade Fire en
Bogotá era una obligación de vida, tenía que verlos. Y aunque ya había tenido
la oportunidad de verlos en New Orleans en 2016, Bogotá tiene algo especial que
hace que los conciertos tengan una energía que no se siente en ningún otro
lado.
El concierto fue sin precedentes, desde el
minuto cero en que la banda salió al escenario arrancando con “Everything Now”,
su primer sencillo del último disco, hasta que se terminó, no quería dejar de
saltar y cantar todas las canciones, fue un setlist impecable, cada una de las
canciones era mucho más fuerte que la anterior, iniciaron con su último disco y
nos llevaron en el tiempo pasando por cada uno de sus éxitos que hicieron
enloquecer al público.
Para mi este tipo de congregación y en especial
Arcade Fire, me hizo sentir como cuando
los fieles van a la Iglesia y cantan con fervor las canciones de su Dios. Ese día
yo fui a misa, a la misa de mi religión y
ese día Bogotá se lució, los verdaderos fans se reunieron ese día para
vivir intensamente cada letra y cada acorde, esa noche, para mi Arcade Fire fue
inmenso, es uno de los mejores exponentes del Rock moderno y siento que en cada
presentación dejan su 100% y se entregan al público completamente, sin importar
que el auditorio este lleno o este vacío, siempre dejan esa sensación bonita de
“quisiera verlos de nuevo” porque para artistas como ellos nunca será
suficiente con verlos una única vez.
Me considero una buena Fan, intento
siempre ver a mis artistas favoritos cuantas veces me sea posible, creo que
para una persona como yo que se apasiona por la música un solo concierto de sus
bandas favoritas jamás será suficiente.
...
Pasaron los días y llegó el momento de volver a
ver a las 1280 Almas. Una agrupación colombiana que tiene todos mis afectos y celebraba
los 20 años de su disco “La 22”, mi disco favorito de la banda, en especial por
su canción “Dulce Juana”, la más esperada por mi esa noche ya que no es tan
frecuente que la toquen en sus presentaciones locales.
Esta fue otra congregación, Las Almas tocaban
en el centro de la ciudad en plena Navidad y en medio del caos de la gente que
va a hacer su recorrido navideño, el poder llegar al centro esa noche fue un
caos para mí, y a pesar de que pensé que no podría ver este gran show, logré
asistir a la segunda versión de su celebración de La 22 y baile de dos en dos
…. Como diría la canción.
Este es un show completamente diferente al de
Arcade Fire, difiere en la gente que está alrededor y en la energía, en la
fuerza de la banda es parecido a Arcade Fire pero es distinto a la vez, la
gente se revoluciona con Las Almas cada vez que da un show, el pogo infaltable,
la adrenalina a flor de piel por más de uno que asiste al show, las canciones
las cantamos los que en su adolescencia – juventud conocimos esta banda o al
menos en mi caso, y que esperamos que canten esas canciones que nos llevan al
pasado.
Es una banda de antaño con la que puedo
disfrutar cada concierto sin parar, mis amigos la disfrutan tal vez más, pero
igual yo, a mi manera, me dejo llevar por la noche y por la interacción de la
banda con el público, que es maravillosa. Las Almas, así como Superlitio son bandas de
mi país que puedo disfrutar y ver millones de veces y no me canso, así sepa que
van a cantar, así me imagine el setlist, no importa, siempre será una gran
experiencia verlos en vivo, al final es música, al final llena el alma de
alguna manera.