Próximo a llegar el día recibo la llamada de Chavo diciéndome que vamos al concierto, el invita, y yo que he bajado su último disco hace unas semanas, no me las creo. La verdad no espero mucho, solo sé que es una banda que disfrute mucho cuando era joven, cuando era adolescente y estaba en el colegio.
Realizamos la previa en el apartamento del Chavo, allí escuchamos algunos de los éxitos de Garbage, y comimos arroz chino. Una llamada a través de Skype nos unió con Zombie, le contamos nuestro destino en la tarde, y emocionados recordamos los tiempos de Garbage, eran muchas más cosas de las que recordaba, muchas más conexiones, muchos más recuerdos y mucha más importancia.
Llegamos relativamente tarde para el festival, tocaba la última
banda colombiana, recorrimos el lugar y nos dimos cuenta del tipo de público
que había allí. Nos ubicamos en un buen lugar y vimos desfilar dos bandas
extranjeras; The Drums (aburridísimos) y Mike Snow (Muy fiesteros, aguantan en
otro horario). Finalmente llegó el momento de Garbage, así que nos dispusimos
lo más adelante posible.
Lo que sucedió de ahí en adelante fue arrollador, una banda
violenta, ruidosa, muy fuerte, pero sobretodo PESADA. Es una banda de rock
duro, con la experiencia que le han dado todos estos años y la técnica de sus
grandes músicos, pero además tiene ese espíritu colegial que me genero sonrisas
durante todo el concierto, una banda en vivo realmente sorprendente.
Los clásicos, los hits, el cover sonaron impecables, limpiecitos,
emocionantes, la gente cantaba las que se conocía, y los fans, se las cantaban
todo. Canción tras canción comprendí porque esta banda unía a dos personas tan
diferentes como Zombie y el Chavo, un concierto basado en la nostalgia que
disfrute muchísimo basado en la nostalgia, y eso no me pasa comúnmente.
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