Cuando xlacoloniax dice que es imperdible es porque realmente vale la pena hacer todo el esfuerzo por ver esa banda, esa presentación, ese evento. Así que bajo ese dictamen de mi guía espiritual-sonoro, me dirigí al fantástico Matik-Matik a ver la presentación de los dos proyectos alternos de la banda chilena Marcel Duchamp.
Llegué y ya sonaba la primera canción de La Secta del Perro (ex Mal de Diógenes), una banda instrumental de guitarra, bajo (MD) y batería (MD). Ruidosa, limpia, sonora, bullosa. Tocaron tres canciones totalmente improvisadas, con espacios de descanso de más de 15 minutos con la excusa de despejar los oídos, los dedos, las manos, la cabeza de la inmediatamente anterior. ¡Muy, pero muy poderoso!
Finalmente llegó el turno para Ojo, el otro proyecto del bajista y baterista de Marcel Duchamp, esta vez era mucho más experimental, la batería totalmente desarmada, los platillos en el suelo para que cualquier persona se sumara, una guitarra rota, y muchos y distintos tipos de sonidos se juntaron en una única canción improvisada, que termino a los gritos de los 3 miembros originales.
Llegué y ya sonaba la primera canción de La Secta del Perro (ex Mal de Diógenes), una banda instrumental de guitarra, bajo (MD) y batería (MD). Ruidosa, limpia, sonora, bullosa. Tocaron tres canciones totalmente improvisadas, con espacios de descanso de más de 15 minutos con la excusa de despejar los oídos, los dedos, las manos, la cabeza de la inmediatamente anterior. ¡Muy, pero muy poderoso!
Finalmente llegó el turno para Ojo, el otro proyecto del bajista y baterista de Marcel Duchamp, esta vez era mucho más experimental, la batería totalmente desarmada, los platillos en el suelo para que cualquier persona se sumara, una guitarra rota, y muchos y distintos tipos de sonidos se juntaron en una única canción improvisada, que termino a los gritos de los 3 miembros originales.
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