martes, 13 de febrero de 2018

de tour con Juli3t4


Por Juli3t4:

Mis últimos dos conciertos del año fueron Arcade Fire (por primera vez en Colombia) y Las 1280 Almas (celebrando los 20 años del disco La 22)

Arcade Fire fue el primero, el 5 de diciembre en la carpa las Americas a altas horas de la noche debido a que Bruno Mars tocaba en la misma fecha en Bogotá. Pero eso no importaba, así tuviera que levantarme a las 5 AM para cumplir con mis deberes laborales al otro día, Arcade Fire en Bogotá era una obligación de vida, tenía que verlos. Y aunque ya había tenido la oportunidad de verlos en New Orleans en 2016, Bogotá tiene algo especial que hace que los conciertos tengan una energía que no se siente en ningún otro lado. 


El concierto fue sin precedentes, desde el minuto cero en que la banda salió al escenario arrancando con “Everything Now”, su primer sencillo del último disco, hasta que se terminó, no quería dejar de saltar y cantar todas las canciones, fue un setlist impecable, cada una de las canciones era mucho más fuerte que la anterior, iniciaron con su último disco y nos llevaron en el tiempo pasando por cada uno de sus éxitos que hicieron enloquecer al público. 


Para mi este tipo de congregación y en especial Arcade Fire,  me hizo sentir como cuando los fieles van a la Iglesia y cantan con fervor las canciones de su Dios. Ese día yo fui a misa, a la misa de mi religión y  ese día Bogotá se lució, los verdaderos fans se reunieron ese día para vivir intensamente cada letra y cada acorde, esa noche, para mi Arcade Fire fue inmenso, es uno de los mejores exponentes del Rock moderno y siento que en cada presentación dejan su 100% y se entregan al público completamente, sin importar que el auditorio este lleno o este vacío, siempre dejan esa sensación bonita de “quisiera verlos de nuevo” porque para artistas como ellos nunca será suficiente con verlos una única vez. 
Me considero una buena Fan, intento siempre ver a mis artistas favoritos cuantas veces me sea posible, creo que para una persona como yo que se apasiona por la música un solo concierto de sus bandas favoritas jamás será suficiente.
 


...



Pasaron los días y llegó el momento de volver a ver a las 1280 Almas. Una agrupación colombiana que tiene todos mis afectos y celebraba los 20 años de su disco “La 22”, mi disco favorito de la banda, en especial por su canción “Dulce Juana”, la más esperada por mi esa noche ya que no es tan frecuente que la toquen en sus presentaciones locales. 

Esta fue otra congregación, Las Almas tocaban en el centro de la ciudad en plena Navidad y en medio del caos de la gente que va a hacer su recorrido navideño, el poder llegar al centro esa noche fue un caos para mí, y a pesar de que pensé que no podría ver este gran show, logré asistir a la segunda versión de su celebración de La 22 y baile de dos en dos …. Como diría la canción. 

Este es un show completamente diferente al de Arcade Fire, difiere en la gente que está alrededor y en la energía, en la fuerza de la banda es parecido a Arcade Fire pero es distinto a la vez, la gente se revoluciona con Las Almas cada vez que da un show, el pogo infaltable, la adrenalina a flor de piel por más de uno que asiste al show, las canciones las cantamos los que en su adolescencia – juventud conocimos esta banda o al menos en mi caso, y que esperamos que canten esas canciones que nos llevan al pasado.  

Es una banda de antaño con la que puedo disfrutar cada concierto sin parar, mis amigos la disfrutan tal vez más, pero igual yo, a mi manera, me dejo llevar por la noche y por la interacción de la banda con el público, que es maravillosa.  Las Almas, así como Superlitio son bandas de mi país que puedo disfrutar y ver millones de veces y no me canso, así sepa que van a cantar, así me imagine el setlist, no importa, siempre será una gran experiencia verlos en vivo, al final es música, al final llena el alma de alguna manera.
 

sábado, 3 de febrero de 2018

Notas sobre El Final III



Farewell, The Dillinger Escape Plan (III) – Ejecución Pública




Fotografía: Stephen Odom

DATOS DEL CONCIERTO

Bandas:
The Dillinger Escape Plan + Code Orange + Daughters

Fecha: 29 de diciembre de 2017
Lugar: Terminal 5 (New York City)
Promotora: Party Smasher Inc.
Asistencia aproximada: 3.000 personas
(ENGLISH BELOW)

Show 3… el concierto final: 29 de diciembre de 2017 – Ejecución Pública

Su último show. La multitud estaba tambaleándose, al borde de la agitación y de una completa convulsión, durante las actuaciones de las dos bandas que abrieron la velada, Code Orange y Daughters. La emoción continuó creciendo a medida que pasaban los minutos…
Dillinger subió al escenario y comenzó de manera bastante literal cuando empezaron a sonar los primeros compases de “Proceed With Caution”, de su epónimo EP lanzado en 1997. El set, a partir de ese momento, mezcló sus himnos más himnos con algunas rarezas aquí y allá, incluyendo la melodiosa “Baby’s First Coffin”, la jazzy “Low Feels Blvd” y la casi balada “Unretrofied”. El tramo de cuatro canciones compuesto por “Nothing To Forget”, “Low Feels Blvd”, “Mouth Of Ghosts” y “Unretrofied” fue mi parte favorita de la velada. “Mouth Of Ghosts” fue particularmente catártica para la multitud allí congregada, quienes participamos, con estruendo, durante los coros: “You were a mouth without a heart, an action with no feeling; and you walk afraid. Reaching for the hands that turned closed”. A esas alturas del espectáculo, es seguro decir que los 3.000 asistentes estuvimos emocionalmente presentes, y vertimos nuestros corazones por todos los rincones de la Terminal 5. Sé, a ciencia cierta, que lo sentí en cada fibra de mi ser.
“When I Lost My Bet” y “Sunshine The Werewolf”, que tan buena acogida tienen siempre, cerraron el repertorio. La última frase de “When I Lost My Bet” nos introdujo a los miembros de la banda, pisoteando el escenario con tal fuerza e intensidad que el suelo vibró bajo nuestros pies.
Tras unos minutos de luces estroboscópicas y de una ominosa reverberación, Dillinger volvió al escenario para comenzar con el primero de dos bises. Con un Greg caminando al borde del escenario y haciendo señas a todos los situados en la parte posterior para que se movieran hacia el frente, comenzó a sonar el himno “Farewell, Mona Lisa”. Como si la interpretación demoledora de “43% Burnt” de la noche anterior no fuera suficiente, la banda rompió los cimientos de la sala por última vez. Siguieron las típicas y caóticas payasadas, incluyendo un salto desde el balcón de Greg antes del último breakdown de la canción.
Después de algunos high fives, múltiples abrazos, litros de lágrimas y de un poco de derramamiento de sangre, los miembros de Dillinger se reunieron en el filo del escenario, con la multitud detrás de ellos, para tomar una foto; un momento en el tiempo, ahora capturado para siempre.
Más luces estroboscópicas y más reverb. En medio de la emoción y de la supervivencia pura de estar en primera fila por segunda noche consecutiva, olvidé todo lo que sabía que estaba por llegar. Vi a los miembros del cuarteto de cuerda Seven)Suns justo en frente de mí durante la mayor parte de la noche. Subieron al escenario con Dillinger (incluido el malogrado primer bajista de DEPAdam Doll) para interpretar la última canción incluida en Dissociation (2016), la canción que da título genérico a este, su último trabajo. Este es el momento que muchos fans estábamos esperando… pero que tanto miedo nos daba presenciar. La canción habla sobre la decisión, madura pero difícil, de terminar una relación insalubre, la aceptación de esa decisión pero también la aceptación de tomar la decisión por uno mismo, y no por la otra persona. Es una canción pesada, preservada para un momento emocionalmente pesado. La banda logra su objetivo sin problemas, gracias a las voces, elevadas y limpias, de Greg Puciato. Veo muchas caras entre la multitud con lágrimas corriendo por sus mejillas, pero no son las únicas. Me emocionó ver a un emotivo Ben Weinman dando besos a su familia situada en el balcón, y a un Greg Puciatodiciendo: “Si pudiera abrazar a todos y cada uno de vosotros, lo haría”, antes de abandonar el escenario.
Ya está aquí. El final de The Dillinger Escape Plan. En lugar de centrarme en la tristeza del momento, elegí permanecer positiva y feliz. Feliz de haber sido parte de una experiencia tan increíble como esta. Feliz de saber que The Dillinger Escape Plan han existido.
Aunque el final de DEP como banda está aquí, su filosofía subyacente no tiene porqué terminar. Me aferraré a ello para siempre, aunque eso nunca es suficiente.