Tu eres defenzor ¿no? - me pregunta Diego Maldonado
Si...- Respondo algo sorprendido - estas son las calcomanias que les debía - y le entrego los adhesivos de DEP Ediciones.
El mundial sub20 organizado en Colombia está por terminar, solo quedan dos partidos entre ellos la gran final. La selección Colombia ha sido eliminada hace ya unos cuantos días. Los patrocinadores y promotores nacionales han establecido una Fan Zone en la plazoleta principal del centro comercial Gran Estación, donde los aficionados han podido demostrar su talento en futbol tenis, futbolín, Play Station, y además presenciar los partidos del torneo en una pantalla gigante bastante incomoda.
Allí se han presentado bandas, proyectos y conjuntos musicales de todo tipo, siempre dentro del marco de los sonidos colombianos, esta noche era el momento de los fabulosos De Juepuchas. El futbol ha conspirado para que el sitio no esté lleno, ese día debería estar jugando la selección local, y a pesar del resultado que fuera, sé que ellos prenderían la fiesta. ¡Rayos!
La poca gente que se queda se sorprende con la dinámica, algunos ríen, otros bailamos, de hecho hay concurso de baile por una de las fantásticas camisetas del grupo, hay un joven con estilo particular de baile que seguro ganará. Los bananos salen y la cosa se anima más, el público se reparte entre los que bailamos y los que miramos.
Lo repito públicamente, De Juepuchas es de las pocas bandas que me hacen bailar con ganas, la energía que muestran es contagiosa, peligrosa, propagan diversión y yo, con mis limitaciones motrices, me la gozo al tope. Es increíble que logren hacernos bailar jingles y sonidos tan inmersos en nuestros recuerdos y que, en otras circunstancias, uno jamás se atrevería a hacer, pero eso es precisamente De Juepuchas, puro disfrute, pura rebelión del cuerpo contra el cerebro.
Al final cierran el set con esta joya:
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