domingo, 28 de agosto de 2011

Las Malas Amistades y Mugre en el Sábado Simpático

Las dificultades logísticas se han convertido en el principal escollo para asistir a los múltiples eventos musicales que brinda Bogotá. El Sábado Simpático, evento organizado para el lanzamiento del número 4 de la Revista Matera, (entre muchas otras publicaciones), no sería la excepción y desde su ubicación en un barrio intrínsecamente capitalino hasta la inexacta hora de terminación del evento, atentaban contra la tranquilidad y asistencia prometida.
Afortunadamente llegamos a tiempo. No vemos a nuestros amigos del Colectivo Caníbal, pero estamos seguros que están allí. El lugar es un patio interior, parecido al de Segundo Hogar, pero más grande y totalmente descubierto. Los instrumentos están bajo una carpa, lo cual asegurará contratiempos generados por la lluvia. A un lado una mesa con comida vegetariana, al fondo cerveza y whisky, todo está dado para una gran noche.
Nos encontramos con los amigos, intercambiamos sonrisas y saludos, algunos comemos y otros beben. Jane y yo somos sorprendidos por el inicio de Las Malas Amistades, todos nos acercamos a ver al ahora trio. Ya nos habían adelantado que X(J)imena estaba fuera del país, por lo cual yo había asumido que solo tocarían las canciones instrumentales y aquellas en las que cantan los amables Humberto y Manuel. ¡Oh! Sorpresa cuando se lanzaron a cantar "Cha cha cha".
Las Malas Amistades es, quizás, la primera banda de culto que vi en Bogotá, luego se los presenté a Jane, en el apartamento de Manuel, después los vi más veces, pero jamás superaron ese concierto en esa sala, con toda la nómina y suplentes incluidos. Ahora, sus canciones se mezclaban con las voces, comentarios, charlas, debates y discusiones de los presentes, obligándonos a estar muy cerca de la banda para poder oírlos y disfrutarlos como ellos realmente se lo merecen. Nosotros allí en un costado adelante observábamos como rotaban varias veces de posiciones entre canción y canción, se apoyaban en un invitado para hacer un remix de “El Cuaderno”, y sonaban lo mejor posible ahora que Manuel había roto la cuarta cuerda de su guitarra....

Volvemos de un movimiento estratégico, llegamos apenas para el inicio de Mugre. Anuncian que después de 4 años finalmente van a sacar un disco, ¡la historia que hemos escuchado sobre ese disco! Carlos empieza la sesión con el secador de pelo. El público ya está totalmente conectado, pendiente y quizás sorprendido. ¿Cómo no? Mugre es de esas bandas que todo ser humano debería ver en vivo por lo menos 3 veces, es un proyecto demasiado sincero, hacen exactamente lo que quieren, como quieren, son rudos y estrictamente concretos, no tienen concesiones y pasan por encima de cualquier preconcepto, quizás por eso su mayor fan es Humberto, o al menos así pareció.

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