jueves, 7 de diciembre de 2023

Roger Waters en Bogotá

Estoy invitado al concierto justo 24 horas antes. Las expectativas son mínimas, de hecho, no tengo nada de hype. La explicación es sencilla: no soy un fan. Pero, poder ir a un concierto es algo que no dejaría pasar.

Llegué faltando 20 minutos y tuve que colarme porque la fila era enorme. No conocía el lugar así que tuve que correr, subir rampas y volverme a colar. Finalmente, “adentro”, me encuentro con una gran cantidad de negocios de comida. La infraestructura me hace recordar este día, pero al final es como un centro comercial más, mucha gente comiendo y bebiendo a tan pocos minutos del inicio, me incomoda.

Me encuentro con un enorme coliseo, se ve completamente lleno, pero afuera hay gente. Me saludo con mi amigo, tenemos unos lugares increíbles, alcanzamos a cruzar algunas palabras cuando apagan las luces y dan el primer aviso.

...

Arranca el quizás mejor concierto en el que he estado, no me cuesta mucho decirlo. La advertencia inicial es un llamado grosero a la coherencia, somos actores políticos desde nuestra mínima posición como público, como clientes y por eso, se me hace más que valida.

Arranca “Comfortably Numb”, me cuesta un poquito identificarla al inicio, además porque las pantallas muestran una ciudad en ruinas, Gaza perfectamente, que me distraen bastante. Abajo una escena teatral de un hombre en silla de ruedas, no logro identificar la banda, no veo a Roger. La canción avanza y el ruido es perturbador, disfruto la canción, el show, pero hay algo más. Se apagan las luces, las pantallas y se escucha el helicóptero, pienso inmediatamente en la vez que vi a Metallica, pero no, es “The Happiest Days of Our Lives”, mi canción preferida, quizás la única, y ahí ya quedo pagado el concierto. INCREIBLE, estoy muy emocionado, se escucha muy bien.

A continuación, siguió “Another Brick on The Wall” y a esta altura ya estaba de pie, todo el público super prendido al show, y yo le repetía a David, que sonaba muy fuerte, no como queja, no por viejito, lo decía con sorpresa, estaba agradecido. Quiero hacer énfasis nuevamente, es el mejor concierto en el que he estado.  En un momento tuvimos un intermedio y subí a saludar a Anes:

Defenzor: Se oye muy duro, muy bueno.
Anes: Mire

Me señaló cada uno de las torres de bafles que habían ubicado por todo el coliseo apuntando directamente al público.

Anes: El sonido lo trae directamente Roger y es para generar un sonido envolvente.

Miro asombrado y entiendo completamente el porque todas las canciones me han parecido que suenan más fuerte de lo normal, y les digo, he estado en muchos conciertos de hardcore pegado al bafle y sus 4 canales. Hablamos sobreWish Your were Here, recordamos al Titino, le cuento que derrame un par de lágrimas. El receso es corto, vuelvo a mi puesto, está por empezar el segundo tiempo, no les había contado que había quedado al lado de “La Pajarita”.

La pantalla era enorme
Ahora es otro tipo de concierto parar mi, contemplo la experiencia completa y quedo inmerso en lo que estoy viendo, se pasa rápido. Suena “Money” y la gente vuelve a animarse, ya no solos los fans, a partir de allí siguió toda la cara B del Dark Side Of The Moon, en orden cronológico. ¡Que locura!

Pero, pero, pero hay algo que no esta funcionando. Desde el inicio hay 3 dimensiones simultaneas que en lugar de satisfacer mis sentidos, me hacen cuestionarme todo el tiempo. Es tan bueno el concierto que no me puedo concentrar en nada, es difícil disfrutar la banda porque te pierdes algo de los visuales, y de pronto tienes el show de lasers mas impresionante que he visto, o la oveja gigante recorriendo todo el coliseo, pero el grandioso Roger Waters está ahí liderando la badana mientras suena “Eclipse”. No se. No.

El concierto termina de la forma mas surreal posible, la banda desaparece sin dejar de tocar, así que la seguimos por la pantalla, van tras backstage y se despiden como amigos, atrás quedo todo el show y teatralidad, es una banda, todo salió muy bonito.

Es el mejor concierto en el que he estado, pero no se si volvería a ir algo así, yo disfruto los conciertos como un espectáculo en vivo, no como si estuviera en cine viendo una pantalla gigante, creo que es la primera vez que la banda pasa desapercibida para mi y eso no me gustó. 

Quisiera que defenzorcita pudiera vivir esta experiencia alguna vez, pero Roger Waters no volverá a Bogotá.


PD: Todas las fotos son de tomadas por Anes.


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