sábado, 3 de febrero de 2018

Notas sobre El Final III



Farewell, The Dillinger Escape Plan (III) – Ejecución Pública




Fotografía: Stephen Odom

DATOS DEL CONCIERTO

Bandas:
The Dillinger Escape Plan + Code Orange + Daughters

Fecha: 29 de diciembre de 2017
Lugar: Terminal 5 (New York City)
Promotora: Party Smasher Inc.
Asistencia aproximada: 3.000 personas
(ENGLISH BELOW)

Show 3… el concierto final: 29 de diciembre de 2017 – Ejecución Pública

Su último show. La multitud estaba tambaleándose, al borde de la agitación y de una completa convulsión, durante las actuaciones de las dos bandas que abrieron la velada, Code Orange y Daughters. La emoción continuó creciendo a medida que pasaban los minutos…
Dillinger subió al escenario y comenzó de manera bastante literal cuando empezaron a sonar los primeros compases de “Proceed With Caution”, de su epónimo EP lanzado en 1997. El set, a partir de ese momento, mezcló sus himnos más himnos con algunas rarezas aquí y allá, incluyendo la melodiosa “Baby’s First Coffin”, la jazzy “Low Feels Blvd” y la casi balada “Unretrofied”. El tramo de cuatro canciones compuesto por “Nothing To Forget”, “Low Feels Blvd”, “Mouth Of Ghosts” y “Unretrofied” fue mi parte favorita de la velada. “Mouth Of Ghosts” fue particularmente catártica para la multitud allí congregada, quienes participamos, con estruendo, durante los coros: “You were a mouth without a heart, an action with no feeling; and you walk afraid. Reaching for the hands that turned closed”. A esas alturas del espectáculo, es seguro decir que los 3.000 asistentes estuvimos emocionalmente presentes, y vertimos nuestros corazones por todos los rincones de la Terminal 5. Sé, a ciencia cierta, que lo sentí en cada fibra de mi ser.
“When I Lost My Bet” y “Sunshine The Werewolf”, que tan buena acogida tienen siempre, cerraron el repertorio. La última frase de “When I Lost My Bet” nos introdujo a los miembros de la banda, pisoteando el escenario con tal fuerza e intensidad que el suelo vibró bajo nuestros pies.
Tras unos minutos de luces estroboscópicas y de una ominosa reverberación, Dillinger volvió al escenario para comenzar con el primero de dos bises. Con un Greg caminando al borde del escenario y haciendo señas a todos los situados en la parte posterior para que se movieran hacia el frente, comenzó a sonar el himno “Farewell, Mona Lisa”. Como si la interpretación demoledora de “43% Burnt” de la noche anterior no fuera suficiente, la banda rompió los cimientos de la sala por última vez. Siguieron las típicas y caóticas payasadas, incluyendo un salto desde el balcón de Greg antes del último breakdown de la canción.
Después de algunos high fives, múltiples abrazos, litros de lágrimas y de un poco de derramamiento de sangre, los miembros de Dillinger se reunieron en el filo del escenario, con la multitud detrás de ellos, para tomar una foto; un momento en el tiempo, ahora capturado para siempre.
Más luces estroboscópicas y más reverb. En medio de la emoción y de la supervivencia pura de estar en primera fila por segunda noche consecutiva, olvidé todo lo que sabía que estaba por llegar. Vi a los miembros del cuarteto de cuerda Seven)Suns justo en frente de mí durante la mayor parte de la noche. Subieron al escenario con Dillinger (incluido el malogrado primer bajista de DEPAdam Doll) para interpretar la última canción incluida en Dissociation (2016), la canción que da título genérico a este, su último trabajo. Este es el momento que muchos fans estábamos esperando… pero que tanto miedo nos daba presenciar. La canción habla sobre la decisión, madura pero difícil, de terminar una relación insalubre, la aceptación de esa decisión pero también la aceptación de tomar la decisión por uno mismo, y no por la otra persona. Es una canción pesada, preservada para un momento emocionalmente pesado. La banda logra su objetivo sin problemas, gracias a las voces, elevadas y limpias, de Greg Puciato. Veo muchas caras entre la multitud con lágrimas corriendo por sus mejillas, pero no son las únicas. Me emocionó ver a un emotivo Ben Weinman dando besos a su familia situada en el balcón, y a un Greg Puciatodiciendo: “Si pudiera abrazar a todos y cada uno de vosotros, lo haría”, antes de abandonar el escenario.
Ya está aquí. El final de The Dillinger Escape Plan. En lugar de centrarme en la tristeza del momento, elegí permanecer positiva y feliz. Feliz de haber sido parte de una experiencia tan increíble como esta. Feliz de saber que The Dillinger Escape Plan han existido.
Aunque el final de DEP como banda está aquí, su filosofía subyacente no tiene porqué terminar. Me aferraré a ello para siempre, aunque eso nunca es suficiente.

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